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1706 – 1708 Asedios a Alicante

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06 set. 2022
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El 15 de junio de 1706 llegó la Armada inglesa, que era con diferencia la más potente del mundo en el mar y tras conseguir que Cartagena se rindiera concentraron todos sus esfuerzos en Alicante.

Por un lado, estaban los partidarios del rey Felipe, con Mahoni a la cabeza, tratando de liberar la ciudad. Y por otro, la parte austracista dirigida por Leake y el major-general Richard Gorges. Leake y Gorges habían decidido lanzar un ataque simultáneo por tierra y mar, y tras un intenso combate de fusilería y bayoneta, Mahoni se vio obligado a retirarse y entregar las llaves del castillo a los austracistas. ​ Ellos continuaron con el asedio al castillo. Barcos del almirante Leake lo sometieron durante un mes, junto con las baterías de tierra, a un incesante y efectivo fuego artillero.

El 2 de diciembre las tropas borbónicas entraron por el norte, por el barrio de San Antón, sin ni siquiera hacer uso de la artillería. Richards, desesperado por no haber sido socorrido entregó la plaza antes de que fuera minada la muralla. No tenía ningún sentido obligar a los vecinos a entregar su vida y perder soldados británicos en una empresa imposible. Firmó las capitulaciones con D’Asfeld y se retiró con todas sus tropas al castillo para iniciar una heroica resistencia. La ciudad de Alicante estaba en manos de las tropas de Felipe V. Quedaba el castillo. ​

En tales circunstancias, D’Asfeld decidió acometer una empresa nunca antes realizada: una mina subterránea para hacer caer las murallas del castillo. El 15 de enero de 1709 se presentaron cinco navíos procedentes de Mahón a las órdenes del  almirante  Byng. Consiguieron desmontar algunas baterías de costa, pero uno de los barcos fue alcanzado y hubieron de retirarse.  Toda la guarnición, al conocer que la explosión de la mina era inminente, se mantuvo en sus posiciones. Los franceses aplicaron el botafuego y salieron corriendo. La explosión fue espantosa. El jefe de la guarnición Richards, 12 de sus oficiales y 42 soldados murieron en la explosión.

El 15 de abril de 1709 se avistó una flota de 23 navíos de diferentes clases con refuerzos alemanes provenientes de Italia. Habían partido días antes de Mallorca. Los dirigían Byng y Stanhope y contaban con 3.400 hombres para intentar desembarcar. Era la última esperanza de los sitiados. Abrieron fuego contra las baterías de costa al día siguiente. Uno de los buques, el Dunkirk fue alcanzado y quedó fuera de combate. Pronto las olas obligaron a levantar anclas, y al día siguiente se desencadenó una borrasca. Conociendo las baterías que había dispuesto D’Asfeld y ante las complicaciones de la mar, pronto izaron bandera blanca para negociar. Se firmaron las capitulaciones el 18 de abril, y la guarnición inglesa a la que sólo le quedaba agua para 18 días, salió del castillo con todos los honores militares. Quinientos soldados supervivientes embarcaron en los navíos británicos. Alicante era otra vez borbónica. ​